Durante años, el internet satelital fue percibido como un servicio caro, lento y poco confiable. Esa idea, heredada de generaciones anteriores de la tecnología, hoy se ha convertido en un obstáculo: millones de personas y negocios siguen sin conectividad porque aún creen en mitos que ya no corresponden a la realidad.
Mientras la infraestructura terrestre avanza lentamente, sobre nuestras cabezas orbita una solución lista para usarse. Estos son los cinco mitos más comunes sobre el internet satelital… y la realidad detrás de ellos:
1. “Es muy caro”
Hoy los planes residenciales de internet satelital pueden costar lo mismo —o incluso menos— que un paquete de datos móviles con cobertura limitada. En comunidades rurales, la diferencia es más evidente: muchas familias pagan precios similares por servicios inestables o deben trasladarse horas hasta un cibercafé. En este contexto, el verdadero costo es quedarse sin conexión: negocios que no crecen, estudiantes que abandonan sus estudios y comunidades que se quedan fuera de la economía digital.
2. “Se cae cuando llueve”
Para que la señal satelital se interrumpa tendría que presentarse una tormenta extrema, de esas que obligan a resguardarse y desconectar los equipos por seguridad. En condiciones normales, incluso en regiones lluviosas, el servicio se mantiene estable. Los sistemas actuales cuentan con antenas y software capaces de compensar interrupciones leves.
3. “Es demasiado lento”
La velocidad ya no es una limitante. Las nuevas generaciones de satélites ofrecen mayor ancho de banda y permiten realizar actividades diarias como videollamadas, educación en línea, operaciones bancarias y streaming de video con normalidad.
4. “La latencia lo hace inútil”
Si bien los satélites geoestacionarios generan una latencia promedio cercana a los 800 milisegundos, esta cifra no impide la navegación, el uso de redes sociales, la telemedicina ni el consumo de video gracias a tecnologías de buffering y optimización de señal.
5. “Es complicado de instalar”
La instalación es sencilla: un técnico certificado puede habilitar el servicio en cualquier domicilio o negocio, incluso en zonas remotas. El equipo es resistente, no requiere mantenimiento frecuente y las actualizaciones se realizan automáticamente.
Conectar a México, sin mitos
Repetir estas ideas erróneas solo retrasa el acceso a internet en comunidades que podrían estar conectadas hoy mismo. El internet satelital es más accesible de lo que se cree y tiene el potencial de transformar vidas: estudiantes que continúan sus estudios, emprendedores que venden más allá de su localidad y familias que permanecen unidas a pesar de la distancia.
Compañías como Hughes, con más de cinco décadas de experiencia en el sector, ya conectan hogares y empresas en regiones donde la fibra óptica sigue siendo un sueño.
En 2025, la pregunta no es si el internet satelital funciona, sino: ¿cuánto más vamos a esperar para aprovecharlo?